miércoles, 5 de octubre de 2011

Dispossession

Creo que no puedo aparentar profundidad puesto que mi cuerpo es de una extensión tan pequeña que, señor, usted podría desarmar esta figura diminuta con eso que lleva ahí debajo. Mírelo por el lado humano. Le puedo cobrar si quiero cien millones en dinero y usted quizá, con esa barriga prominente, podría costear eso sin mucho esfuerzo, pero míreme, creo que no querría cargar con la muerte de algo tan simple como yo. Eso es así, es como es, y usted creo que podría pensárselo. Pero creo, que ¡hay!... pero creo que... ¡hay!. Pero creo que no está escuchándome. ¿Sabe donde está ahora su glande?. Se lo diré, va camino a destrozar mi útero, ¿eso le gusta?. Le gusta que le diga cositas mientras intenta partirme con toda esa masa corporal. Aún... ¡hay! no se apure, ha pagado tanto que si fuera posible me tendría aquí cabalgándolo el resto de su desgraciada vida ¡huuumm!. Pero no, a usted, nunca le ha importado que esta noche sea su juguete sexual, soy cara, cuesto mucho, pero a usted... ¡hay!, usted está sólo pensando en la meta. ¿no sabe cual es su meta?. ¡Hay¡. Se lo diré, y no es precisamente ponerle los cuernos a su mujer, no señor, a usted... ¡hay¡, a usted... ¡hay! ¡hummm! a usted no le interesa que la buena de su mujer nos visite en el club tan asiduamente... ¡auchh! para llevarse al nuevo modelo, a alfa romeo. ¿Le digo donde esta el glande?. ¡Me perfora el alma! Creo que seguiré hablándole, creo que ¡auuch!... ¡Oh, señor, no por favor no se detenga! ¡Oh, dios hermoso, que todo lo sabes! ¡no... se... detenga! ¡oh, dios hermoso!. Y SABE CUANTO LE PAGA SU MUJER A ALFA ROMEO, EL DOBLE ¡OH DIOS, NO PARE, NO PARE¡ EL DOBLE, EL DOBLE SEÑOR ¡OH, PODRIA CABALGARLO ETERNAMENTE! ¡OH, DIOS HERMOSO!.

Julieta 2.0 se arregla el cabello, la habitación huele a tabaco caro, el tabaco es caro por excelencia, por necesidad más que por lujo. Ya casi no existe. Cornudo y con barriga está dormido, hace la pera de años que no hace más que eso, dormir. Julieta lo embadurna con algo como el aceite. Malta, la única droga legal que no se vende en ninguna parte legal y que Julieta tiene que comprar cada mañana en un mercado de chinos refugiados. El chino siempre le sonríe, siempre le dice que cualquier cosa él puede conseguirle y a buen precio. Ilegal por supuesto, aclara, pero puede. Julieta lo mira como intentando descubrir que no le está tendiendo una trampa, ahora nadie puede confiar en nadie, menos en un chino.

- No haber mejor calidad.- dice el chino viéndola a los ojos.- puro señorita.
- Puro.- dice Julieta oliéndolo. Duda por que hace tiempo que la planta de malta se ha extinguido. Hackers. Siempre sonó muy lejano pero cuando MassTech empezó a desmoronarse y sus hackers empezaron a desbaratar el mercado agrícola el puto mundo se vino abajo. Plagas en el mismo corazón de las semillas, gorgojos grises que asolaron países enteros.
- Poder probarlo.- Le brillan los ojos, los chinos recuerda Julieta siempre fueron buenos vendiendo cosas falsas. - Semilla correcta.
- Puro.- Vuelve a decir ella, mirando desconfiada el pequeño vegetal verde.- Sin genes alterados.

El chino saca una pequeña navaja y con mucha habilidad corta el vegetal por la parte superior desde donde emana un líquido incoloro. «Buena calidad, muy buena». Julieta lo mira y aspira acercando la nariz. Siente el ardor en los pulmones, y tose despacio, pero es buena señal, una copia barata quizá la hubiera matado. A veces uno no tiene tanta suerte.
Julieta es el tipo de persona que uno quisiera conocer durante su vida, o más bien el resto de tu vida. Algo así como la mujer perfecta para iniciar una vida en monogamia.

- Bue..no.- Ella mira al chino que pone una sonrisa extraña.- llevaré algunos.
- No arrepentirse señorita.- El chino toma de un montoncito especialmente grande muchos malta y los coloca en una bolsa de polietileno barato. - Sun Tzu, vender cosas buenas.

Julieta toma la bolsa y da la vuelta. El mercadito se ha llenado mucho desde que ella llegó. Muchos chinos agitan sus manos atrayendo clientes, otros tienden sus mantas con amuletos, y otros se desaparecen tras las esquinas de las tiendas móviles. Más allá un chino abre la bolsa de un turista despistado y con la misma sutileza vuelve a cerrarla. Se pone delante y le hace un reverencia.

- Dicen que los chinos, mas bien los de aquí son demasiado educados.- El señor Anderson camina en dirección de Julieta, la mira y luego sonríe.
- Señor Anderson. - Ella lo mira con cierta curiosidad.- No sabía que los de su clase se pasearan por lugares como este. - Anderson le toma la mano y se la besa.
- En absoluto.- Dice Anderson mirando con educación por encima de su hombro.- Sólo me preguntaba que hacía usted aquí, y he bajado.
- Llevo «vegetales», señor.- Julieta extiende una sonrisa asombrosamente falsa, pero eficaz.- Para Yalex, señor. Está algo enfermo.
- ¿Así?, no lo sabía, mi gran amigo Yalex siempre hace eco de su estupenda salud, de hecho estoy seguro que lleva todas sus vacunas en regla, y... - Anderson acercando su boca a la oreja de Julieta baja la voz .- puede que ya lleve la última actualización contra el gorgojo rojo. No se la han vendido a nadie excepto a él.
- No lo sé, señor.- Anderson la mira fascinado .- El señor Yalex es un hombre importante, y tiene mucho dinero. Podría comprar lo que quisiera.
- Por supuesto, por supuesto .- Dice Anderson secándose la frente con un pañuelo.- No se me da bien el aire «impuro».

El señor Anderson recuerda Julieta mientras camina hacia el centro de la ciudad, es el dueño de unos de los bancos de sal más grandes de la tierra, y su relación con el señor Yalex es más de amistad que de negocios. Al señor Yalex no le importa demasiado la competencia, su dinero puede comprarlo todo, aunque eso no incluya a Anderson en absoluto. El señor Yalex en privado suele tener una opinión bastante menos educada de él. «Gilipollas» o algo así. Aunque de eso ya hace mucho tiempo. El señor Yalex por alguna razón se ha quedado en un estado similar al coma. De hecho a Julieta la construyeron para que Yalex no se sintiera muy solo, ya que su esposa, como era habitual en ella, se había ido hacía mucho tiempo con Alfa Romeo, el muñeco apuesto de la compañía. Y tanto él como Julieta deberían considerarse lo último eléctrico tecnológicamente hablando. El señor Yalex al destruir MassTech había terminado con la carrera tecnológica tradicional.

A veces el camino se le hacía muy acogedor, a veces sólo era un camino. Julieta pensó que hoy el día estaba más claro que de costumbre. A lo lejos oía el resonar de los bancos de vapor. Alzo la mirada y vio el rascacielos de Yalex sobrepasar a cualquiera. Podría haberlo hecho del tamaño que quisiera pero era innecesario. En esta parte del mundo lo que no era del señor Yalex, no existía. Un globo de vapor cruzaba cerca del rascacielos, aún a los lejos tres aletas lo movían hacia alguna dirección. Hacía tiempo que el petróleo se había terminado. Volvió a oír el chasquido de las fábricas de vapor; recordaba las conversaciones entre Yalex y Anderson: Las fábricas se movían en base a sal. Y el último año había empezado a escasear.

Julieta cruzó un puente con calma y se adentró en otra parte de la ciudad. La manzana dorada estaba justo en frente de ella, y se quedó contemplándola. Sobre la manzana dorada se alzaba el busto de un hombre: Yalex. El señor Yalex tenía mucha suerte, demasiada quizá. Y aún estando peor que muerto, su nombre y su compañía era sumamente poderosas. Julieta reflexionó sobre ello, pero no encontró sentido a su reflexión, siempre le faltaba algo para sentir lo que los hombres como el señor Anderson o el mismo Yalex llamaban filosofar.

Julieta siguió caminando y pronto se vio rodeada por cientos de personas que caminaban presurosas hacia el edificio de Yalex. Siempre tenían prisa o algo, aunque nadie supiera realmente que hacían; era un misterio que todos querían saber y nadie se atrevía a preguntar, pero Julieta una vez más no encontraba sentido alguno a sus preguntas. Estaban vacías completamente. Finalmente llegó a una calle despoblada y caminó hacia el interior. Hacía un leve frío venido del sistema de ventiladores que giraban lentamente. A pesar de la energía racionada, el señor Yalex había conseguido que el gobierno le brindase el cincuenta por ciento de toda la energía del país, y así es como funcionaba el rascacielos. Julieta sigo creyendo que algunas personas tenían demasiada suerte. Se detuvo, estaba frente a una pequeñísima puerta gris, parecía corroída y sin la apariencia de haberse abierto recientemente.

Julieta se encogió de hombros, empezó a sentir una sensación de angustia opresiva que la hizo tumbarse y un vómito transparente le llegó con mucha fuerza desde el interior. Estaba ocurriendo tan súbitamente que no tuvo tiempo de tocar la puerta que se abría con el tacto. Le dolía el abdomen, le daba vueltas la cabeza, quería salir corriendo pero las piernas le habían dejado de funcionar. Sentía un mareo único, ya no vomitaba pero las nauseas eran cada vez peores. A ese ritmo vomitaría uno de sus órganos y adiós todo. Julieta se toma el estómago, algo la retuerce sin duda, algo se mueve con increíble fuerza a través de sus intestinos. Le duele la cabeza. Cierra los ojos en un acto reflejo de supervivencia. Y luego los abre...

Chica Limpieza la mira como si viera cualquier espeso jugo de vomito que nadie quiere ser. La mira sosteniendo el cable del disparador sónico, y sin decirle ninguna palabra se da la vuelta. Julieta siente un dolor más opresivo aún en el pecho, algo que le salta en todas direcciones, como un gorgojo rojo inyectado. Vomita una vez más pero lo hace muy lento. Que raro es morir piensa, es raro pensar en la muerte como algo cercano, como algo cotidiano. Un nuevo dolor le atraviesa el abdomen. Alfa Romeo esta a su lado.

- Julieta 2.0 - dice Romeo saliendo de la puerta - que gran sorpresa. ¿Sabes? a veces me ponía a pensar cuando regresarías. Cuando ibas a cruzar esa puerta y cuando yo, sin siquiera creerlo te iba ver aparecer entre las sombras. Te juro que estoy sorprendido. Pero ¿que es esa mancha roja en tu pecho?. ¿Gorgojos rojos?. Parece que has estado jugando con alguien, y has perdido. Que triste Julieta. Tan bella, tan fuerte. ¿Acaso tu amo no ha compartido su vacuna contigo?. Linda Julieta, bella niña.

Pero no soy nadie para decidir tu destino Julieta, nadie. Creo que si por mí fuera te mataría, pero realmente no quiero hacerlo; te amo. Te amo desde el primer día en la casa del señor Yalex, amo recordar además las flores y el jardín dorado en el que jugabas. Y yo admiraba esa perfección innata en nosotros ¿Como alguien podría creer que no seríamos la siguiente especie?, somos el estrato evolutivo superior, la vida se reduce a la supervivencia, Julieta, y nosotros seremos los supervivientes. ¿Tanto te costaba entenderlo?. Julieta, Julieta. ¿que haré contigo?.

- ¿La mato?

- No, aún no. No tenemos prisa Limpieza, ¿tu si?. Estupendo, la paciencia es una virtud y tu debes cultivarla. Además Julieta morirá pronto, no tienes que mancharte las manos. Ese gorgojo debe estar en su sistema nervioso tratando de desactivar sus procesos neuronales. Le daremos tiempo Limpieza. ¿Tu que opinas?. Claro, eso suena bien ¿no?. Sufrimiento. Una cualidad desconocida del nuevo juguete de la MassTech, pero efectiva...

Julieta despierta, hay algo entre sus ojos y el espacio que la rodea, algo como una tela transparente que no le permite ver muy bien. Le duele la cabeza, pero piensa que si el dolor es tan genuino, es que aún sigue viva. Escucha la voz de Romeo, pero lo oye lejano y apagado. La otra chica se llama Limpieza. Limpieza recuerda, es la chica de los encargos de la MassTech, es la niña que les hace los trabajos sucios. Una profesional. Cree que la ha visto un par de veces en la oficina de Yalex. Y es lo más parecida a un ángel de la muerte. ¿Como es que no está ya muerta?, se pregunta.

En ese instante una luz cegadora le llega de algún lugar, algo ha saltado y hay un quejido. Da la vuelta, Limpieza y Alfa Romeo corren hacia un Giratiempo mientras disparan sus armas sónicas, desde alguna parte un sonido ensordecedor se oye pausadamente, entran en el Giratiempo y desaparecen. Julieta vuelve la vista. Un sonriente Sun Tzu la mira ladeando la cabeza y empuñando algo de metal de donde sale un poco de humo. Pero Julieta antes de decir gracias termina desplomándose, hay una oscuridad oprimente en su cabeza, es la muerte viniendo hacia ella.


Me duele el pecho. Creo que he algo me ha perforado el esternón y me está partiendo en cien pedazos por dentro. Malditos juguetes. Pero extrañamente estoy bien. Estoy en algún lugar un poco iluminado. Hay una lámpara de luz amarilla a lo lejos. El resto es sólo oscuridad. Empiezo a recordar que algo me ha perforado la espalda, Romeo, Limpieza... Otra vez esa dificultad para respirar. Me vuelvo a quedar quieta y respiro tres veces con profundidad. Hay un silencio muy raro porque es como si el tiempo y todo lo demás se estuvieran conteniendo. Intento hablar y descubro que no puedo hacerlo. Un gorjeo ronco es lo único que logro pronunciar. Maldita seas Limpieza, maldita seas.

Sun Tzu está cambiando algo en el jardín. En dos meses apenas he aprendido a caminar nuevamente. Sun Tzu dice que tengo mucha suerte, que el gorgojo era una especie muy débil y ha demorado en entrar a mis sistema nervioso. Quizá una hora más y me hubiera desactivado, pero él ha hecho algo, algo para detener ese pequeño script que empezaba a comerme la memoria, literalmente por supuesto. Dice también que era un «código sin retorno». Mierda, eso sí que es fuerte. Sun Tzu es en general un tipo muy bueno. Es la primera vez que le debo la vida a alguien de verdad. Pero a él creo que no le interesa. A veces cuando no está fuera de este lugar, está arreglando su jardín bonsai. Nunca he llegado donde está él. Mis piernas aún se comportan como una masa gelatinosa incapaz de sostenerme. Hasta hoy no he podido decirle gracias.

«Gorgojo usar fuerza bruta para llegar al cerebro. Él usar nuestros nervios para ingresar. Entrar por cualquier parte y escalar privilegios a cada nivel. Espinal primero, esta parte ser la más fácil sólo usar codificación de 256 bits, la siguiente es el tallo. Gorgojo rojo tener sofisticados scripts actualizables con experiencia. No haber nada capaz de detenerlo. Si él pasar esta parte, morir no es una posibilidad. Cerebro estar codificado en muchos bits, pero ser vulnerable si es atacado por emociones. Ser débil por naturaleza. Sun Tzu cortar conexiones de tallo para salvarla. Mucha suerte»

Sun Tzu en cambio se ha encargado de hacer lo que el llama «re-routing». Dice que es la única manera de que vuelva a caminar, y hablar y soñar. Sun Tzu a veces olvida que soy peor que uno de sus vegetales. No me gustaría morir sin darle las gracias. A veces sólo me quedo helada en medio de la noche escuchando las cigarras del jardín; Sun Tzu cree que traen buena suerte pero lo he visto ahuyentarlos en cuanto ponen una de sus mutantes patas sobre la alfombra. El re-routing consiste en construir las neuroconexiones cerebrales usando vías alternativas, dice que en Chiba, el paraíso pirata informático, una clínica negra puede hacer re-routing en semanas, pero que el no puede volver ahí. Pero el sabe como hacerlo manualmente. Se trata de pensar que haces algo. Dice además que el truco está en reconocer que se hace a cada segundo.

- Concentración es importante. - dice mientras me explica como se levanta un brazo.

Lo difícil es darse cuenta que en un sólo brazo, antebrazo y mano hay más de treinta músculos y también huesos y articulaciones. Y que hay que conocerlos uno a uno para poder enviarles información. Lo difícil dice Sun Tzu es hacer que mi hemisferio temporal sea quien haga todo el trabajo. Estoy agotada. Nunca he podido mover un sólo dedo. Pero él cree que progresamos. Esta es la semana diez y he soñado que mis manos se vuelven a mover. Sun Tzu sonríe, sonrío también por que no es un sueño. Mis dedos se mueven descompasados pero se mueven por fin.

Hoy está lloviendo fuera. Sun Tzu aún no vuelve del mercado. Ya van tres días. Ahora puedo mover los brazos y mis manos son una extraña extensión de mi cuerpo, se mueven automáticamente, pero cuando me lo propongo puedo hacer que paren. El truco es soñarlo y todo empieza a funcionar. Lo de las piernas si es un poco más complicado. Suspiro mientras boca abajo tengo el libro de anatomía francés mostrando las relaciones de la fosa poplítea. El nervio poplíteo y sus ramas, la arteria y vena poplítea. Suspiro por que he vuelto a olvidar el nombre de un músculo. Regreso a las dos páginas anteriores. Es obligatorio recordarlos todos, sin excepción. Sun Tzu me dijo luego de que pudiese controlar mis brazos que el problema era que había olvidado como se llamaba el nervio que iba en la parte ventral del antebrazo. «Mediano, no Medio».

Escucho el sonido el giratiempo, y me arrastro hacia la ventana. Sun Tzu sonríe cuando me ve colgada de la ventana, a lo lejos hace una seña, y lo que veo me llena de alegría. Plantas de opio, por fin, el dolor es horrible, y eso es lo único que funciona. Alguna vez creí que Sun Tzu era un charlatán, pero realmente puede conseguirlo todo. Se acerca y en silencio pone el opio en una pipa que termino inhalando. El cielo está siempre tan cerca después de eso, olvidas todo en una corriente que se lleva los sufrimientos y el dolor es sólo una mancha borrosa en tu mente.

Semana catorce y mis piernas ni siquiera parecen estar vivas. Sun Tzu ha vuelto a desaparecer. Ahora que puedo hablar quiero gritar pero Sun Tzu dice que mis cuerdas vocales están demasiado débiles, que lo mejor será esperar. Lo extraño es que Sun Tzu no ha llevado el giratiempo. Nunca me había fijado en los hermosos que son. Lo más cercano en forma a un giratiempo es una libélula pero ciento de veces más rápida o más lenta. Depende de muchas cosas. Hoy estoy sintiendo un hormigueo en ambas piernas. No sé si eso es bueno o malo, porque ha aparecido después de que Sun Tzu se fuera. Ojalá no sea... muy malo. Después de tanto tiempo, no contemplo la idea de perder mis extremidades. La cocina de Sun Tzu es demasiado sofisticada para una casa como la suya, pero en mi estado agradezco realmente que todo sea automático. Me siento en la mesa de esa cocina y contemplo las fotos... esas fotos de las que nunca me ha hablado. Los samurais se extinguieron hace diez siglos, pero la leyenda dice que evolucionaron, se convirtieron tradicionalmente en asesinos a sueldo. Pero son leyenda. Lo más cercano a un samurai es Limpieza pero creo que no tiene nada que ver.

Vuelvo la cabeza. Sun Tzu llega en un giratiempo mimetizado. Está sudoroso y baja con un salto ágil que nunca lo he visto dar. Entra en la casa y se detiene en la habitación donde debería estar y luego aparece en la cocina. Creo que nadie podría imaginar a una samurai, pero yo lo veo a él y no tengo ninguna duda.

- Ellos habernos encontrado. - Dice presionando una serie de botones en las paredes.- nosotros tener que salir, ahora.

El giratiempo se oye silencioso pero sin duda esta encendido. Sun Tzu regresa a la casa. Veo desde el giratiempo como el rostro se le entristece al pasar por su jardín bonsai. Y sube al giratiempo. Un explosión destroza la casa. Nos elevamos. Tres giratiempos mecánicos aparecen en el horizonte y nos disparan. Soy incapaz de moverme. Sun Tzu es un buen piloto sin duda pero el último disparo ha pasado demasiado cerca. Intento decirle algo pero un gorjeo es lo único que me sale de la garganta. Maldita sea. Nos tambaleamos. Algo ha pasado muy cerca, demasiado cerca. Una alarma suena dentro. Estamos en el punto de mira. Sun Tzu usa el mimetizador y como en una película todo se detiene. Los tres giratiempos giran en todos los sentidos buscando la nave azul que ha desaparecido. Contengo la respiración. Los tres giratiempos dan la vuelta y se marchan. Pero pronto algo nos da de lleno. Siento como caemos dando vueltas. Sun Tzu me grita que no me suelte. Maldita sea, no me quiero morir, no así. Mis piernas se golpean pero el choque ha sido suave. Sun Tzu me toma en sus manos y corre. Escapamos. Tres tipos bajan. Limpieza está ahí, inexpresiva como siempre. Saca su disparador sónico y empieza a correr. Sun Tzu no se detiene. Me deja junto a un pequeño campo verde y suave. Y se da vuelta.

- Correr es esperanza, algunas veces. - Dice y veo como se planta frente a los tres.

Algo han hecho mis piernas, se mueven, ¡un milagro! se mueven, estoy corriendo hacia Sun Tzu pero es tarde. Ha sido tan rápido. Uno de los tipos ha caído muerto con el destello de la katana. El otro se desploma sin brazos. Pero Limpieza ha retrocedido sin mostrar sorpresa alguna.

- Ir a Chiba señorita, buscar Rigor Mortis, el ayudarla.- Me dice con calma.- No preocuparse, Sun Tzu ha recibido su agradecimiento, no tener deudas conmigo.

Limpieza lo mira un poco divertida. Empiezo a correr. Vuelvo la cabeza. Sun Tzu ha dejado la katana en el suelo.

- Hija, tu ser mi hija, Laura. - dice Sun Tzu en dirección a Limpieza - Laura.

La cabeza de Sun Tzu se corta con un tajo limpio por debajo de su nuez. Limpieza no ha cambiado la expresión. Pero se detiene. Ya casi no la veo. El giratiempo mecánico aún está encendido. Le indico la coordenadas, y este se eleva, pasa por encima de Sun Tzu y me desmayo. Lo último que llego a ver es a Limpieza llorando encima de él. Maldita seas, Limpieza, Maldita seas.




[Pues, como algunos ya sabrán, servidor casi se ha desarmado la columna vertebral en un día de descanso, y ha tenido que recurrir a un clínica para que le digan que un día todo se terminará complicando, pero que por ahora puedo seguir haciendo una vida medianamente bien. Eso sí, las dos inyecciones y las pastillas para el dolor sólo han funcionado dos días; particularmente las inyecciones me han hecho ver estrellitas pero han ayudado. Ahí el comentario un poco trágico de estos días. Por otra parte, he alucinado que ya ni les cuento, creo que si no fuera por que todavía puedo escribir, yo me internaba indefinidamente en un ... ya saben. Para el video, un instrumental de una canción que, madre del amor hermoso, no se me despega de la cabeza ni un sólo segundo, la canción original esta buena también pero el instrumental ya se pasa completamente. En la foto, una imagen algo relacionada con la entrada. Ni idea de como se llama la señorita.

Nota 1: Iba a poner el video al inicio, si han llegado hasta aquí y alguna vez quieren repetirlo (digo) quizá les guste leerlo con esa canción de fondo :)
Nota 2: ufff, esta entrada ha sido una de las más díficiles pero tambien una de las más divertidas. Espero que lo disfruten.]

12 comentarios:

  1. Madre del amor hermoso! Me encantó, esta vez lo leí ávidamente, como cuando se come después de días de no haberlo hecho. Que te mejores Rojo y portate bien, sigue escribiendo, lo haces muy bien, eres mi escritor favorito en cuanto a este genero, quisiera copiar tus escritos y guardarlos en mi libreta de notas, me das permiso? Bueno que estés buien y los mas sinceros abrazos y besos desde el fin del mundo.

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  2. Bellarte: xD, a mi me sigue gustando como suena eso de Rojo, es genial. Y sí, creo que mejoraré en unas semanas completamente o eso dice el doctor.

    Gracias por pasar, leer y comentar. :)

    Ah, y siéntete completamente libre de copiar mis pequeños relatos. :)

    Abrazos BELLArte.

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  3. En un blog que leí el autor se llama Jonnatthan Arreola ,su blog "nada en común", leí un relato de un asesino, de nombre Rojo y me gusto mucho su perfil, claro ati te llamo Rojo por otros motivos. Besos. Por si acaso deberías de proteger tu blog para que nadie mas lo copie. Muchos besos desde el fin del mundo.

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  4. emocionante, adrenalinico. recordando imagenes de distintas obras de ciencia ficcion (animacion, peliculas, comics etc) casi pude "ver" tu relato en mi mente como un cortometraje del genero y me gusto lo que "vi". por supuesto eso fue posible a que me gusto lo que lei. saludos, rafael

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  5. Bellarte: Me voy a buscar ese relato, dudo que sea yo pero mejor estar seguros. u.U

    mmm, he tenido que googlear un poco para saber eso de protegerlo. Gracias por la sugerencia, voy a implementarlo. Creo que puede ser útil alguna vez.

    Abrazos, millones, BELLArte. Gracias, además, por seguir leyendo.

    Ludobit: Creo que cuando te has visto muchas pelis, animes y comics, los libros que lees empiezan a ser dibujados en tu mente. Eso, particularmente, me parece genial. De hecho es como yo disfruto más la cosas.

    Un saludo Ludobit, gracias por leer y comentar.

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  6. fabuloooosooooooo
    hipnotico este relato, quiero saber la segunda parte, porque vas a escribir la segunda parte no??

    sinto muchisimo lo de tu espalda, te mando cariñitos virtuales! :(

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  7. Adriana: Estoy pensando en esa segunda parte, realmente lo hago... :D. Bien, puesto ya ahora, (siento la tardanza) lo de mi espalda ya va mejor. Gracias por esos cariños virtuales :)

    Y gracias por pasar. Abrazos.

    Jorge: Gracias por pasar, leer y comentar. Espero lo hayas disfrutado.

    No suelo ser muy constante (como te percatarás) pero sigo, persevero. :)

    Un saludo.

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  8. Hay un premio para ti en mi blog. Quizás no te gusten esas cosas, a mi tampoco, pero fue un regalo especial y hoy te lo quiero pasar a ti, me daría gusto verlo pegado en tu blog. Gracias por tus escritos. Me encanta tu blog.

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  9. BELLArte: Gracias de verdad. ¿He dicho ya que eres increíble? ¿No? Pues eso :D, Considero además que este tambien es un regalo especial, un reconocimiento infinito para alguien que tiene expectativas muy pequeñas.

    No se como decirlo mejor, asi que, muchas gracias por seguir leyéndome. :)

    Abrazos, BELLArte, millones.

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  10. Ya vi que lo pegaste. Se ve muy bien, ahora ya podemos cortarnos las tripas o degollarnos, moriremos en paz con nuestro premio pegado en el post. Wajajajajaa.

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  11. Bellarte: Jajaja, me has hecho reír con tu comentario xD.

    Y bueno... lo de cortarnos las tripas no va en serio ¿no? :S. xD

    Abrazos.

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